Qué son las casas pasivas o passive house

Qué son las casas pasivas o passive houses y por qué cada día interesan más

Una casa pasiva o passive house es aquella que necesita poco consumo energético para mantenerse climáticamente agradable.

En realidad, es una vuelta de tuerca al pasado, cuando las civilizaciones construían casas acordes a su clima y a su entorno, y optimizaban los recursos con los que contaba. 

De hecho, Sócrates fue el primero en referirse a las construcciones climáticas en sus escritos.

Entonces, ¿de dónde procede esta idea de nombre anglosajón?

 

Cómo nació el concepto de passive house o casa pasiva

Con la crisis del petróleo de los años 70 la mirada de los arquitectos retomó el interés por los aspectos medioambientales en la construcción.

En ese contexto, la idea de casa pasiva nació a finales de 1980, concretamente en Alemania. Por ello el nombre original es passivhaus, aunque nosotros conozcamos más estas construcciones por su traducción al inglés.

Los profesores de arquitectura Bo Adamson y Wolfgang Feist se preguntaron si realmente era necesario adosar a una casa, la calefacción y el aire acondicionado, o si podía autosostenerse climáticamente. Y se pusieron a hacer cálculos físicos.

Con la financiación del estado alemán de Hesse, la respuesta práctica llegó en 1991. Ese año el Dr. Feist construyó la primera casa pasiva en la localidad de Darmstadt, basándose en 5 puntos:

  • Aislamiento adecuado
  • Sin fugas de aire
  • Sin puentes térmicos
  • Ventanas de altas prestaciones
  • Sistema de ventilación controlada

Cinco años después ya había 25.000 viviendas pasivas, y Feist fundó el Passivhaus Institut para sentar las bases de este sistema, promocionarlo y controlar cada construcción pasiva.

Hoy Passivhaus es un estándar para la construcción de viviendas, que se avala mediante  certificación oficial.

 

¿Qué es una casa pasiva, passive house o passivhaus?

Una passive house es una construcción que necesita muy poca energía para lograr un interior confortable, a la vez que consigue la máxima calidad de aire.

Para lograrlo, aprovecha inteligentemente las condiciones del lugar en el que se ubica y las características constructivas de la casa. 

Una casa pasiva está tan aislada, que necesita hasta un 90% menos de energía que una convencional, dependiendo del clima. ¿Sabes de dónde procede ese 10% que tienes que aportar a la passive house? 

Fundamentalmente del sol, pero también suman el calor corporal generado por los habitantes de la casa, los electrodomésticos o el aire de desecho.

  • Las ventajas de este tipo de viviendas son muchas:
  • Te permiten ahorrar (mucho) en la factura eléctrica
  • Son saludables gracias a que en su interior siempre hay aire fresco y limpio
  • Son confortables puesto que mantienen una temperatura óptima
  • Son construcciones que multiplican la luz natural
  • Cuidan el medio ambiente porque casi no generan CO2

Todo ello se logra empleando el sentido común, la observación y muchos cálculos matemáticos. 

Estos tres puntos están contenidos en la metodología Passivhaus o Passive House, un estándar de construcción para proyectar (o reformar) edificaciones con una huella ecológica mínima.

Además, otro de los objetivos que persigue este modo de construir es levantar casas arquitectónicamente hermosas, y a la vez útiles a sus moradores.

 

Qué debe tener hoy una casa para considerarse pasiva

Una casa con estándar Passivhaus está enfocada en el ahorro energético, mediante la combinación de hermeticidad y ventilación eficiente.

Así, para construir una passive house, cada detalle cuenta. Los requisitos exigidos para estas viviendas son muy técnicos, así que vamos a centrar en algunas de sus características:

 

Buena calidad térmica en los materiales de cerramiento

Las passive houses se construyen con materiales que son buenos aislantes térmicos. Gracias a ellos las paredes, puertas y ventanas constituyen una eficiente barrera que aprovechan lo mejor del clima exterior y el interior.

 

Un diseño adecuado al clima y lugar en el que se construye

Al construir en climas cálidos, las ventanas de la passive house reducen la entrada de luz y calor, se crean zonas de sombra y se ventila de noche. Mientras que si la construcción se levanta en un lugar frío, se refuerza el aislante y se orienta al sur.

 

Aprovechamiento del sol y la luz

La orientación de una casa pasiva es uno de los puntos fundamentales, puesto que el calor del sol se aprovecha como calefacción natural. Asimismo, la luz se rentabiliza y multiplica para evitar encender bombillas lo máximo posible.

 

Inercia térmica

Esto aprovecha la masa total del edificio para amortiguar los cambios de temperatura provenientes del exterior. La vivienda capta la energía y la va liberando progresivamente.

 

Mínimas pérdidas por ventilación

Las casas pasivas incorporan en su sistema un sistema controlado que garantiza el aire interior saludable sin perder el frío o calor que hay en el interior de la vivienda. Para minimizar las pérdidas en el proceso, se emplean recuperadores de calor.

 

El contexto actual de las passive houses

En un momento donde los precios de la energía eléctrica no paran de crecer, una casa que consume lo mínimo posible te garantiza un considerable ahorro en la factura de la luz.

Y eso es lo que te da una construcción Passivhaus, diseñada bajo criterios bioclimáticos.

Además, cada vez estamos más concienciados por el medio ambiente, y una casa pasiva es la mejor solución en cuanto a habitabilidad sostenible.

Por eso las miradas se posan cada vez más en este tipo de casas y edificios. 

Es cierto que construir una passive house es más caro que optar por la arquitectura convencional(aunque bastante menos de lo que te imaginas), pero a cambio te va a dar mucho.

No solo ahorras con ellas, sino que además te sientes conectado a la naturaleza, en lugar de aislado de ella.

Cuando vives en una de estas construcciones eres muy consciente de cuándo hace sol y cómo lo está aprovechando la casa. Los ciclos naturales vuelven a formar parte de tu vida.

Hoy la mayoría de viviendas pasivas se encuentran en Alemania y Austria, pero también en Polonia, Australia, EEUU, Gran Bretaña, Irlanda, Qatar y muchos otros países que están apostando por las energías renovables. En España el interés en ellas es imparable.

Si te estás preguntando si la única forma de tener una passive house solo es construirla desde cero, la respuesta es no. Hay más opciones: los criterios Passivhaus son aplicables sobre obra nueva y sobre rehabilitación.  

Bueno para tu bolsillo (a largo plazo), saludable para todos los miembros de la familia y cuidadoso con el planeta.

En resumen, una passive house es una casa viva, que respira, se calienta o se enfría aprovechando el clima y su estructura, aportando confort a sus habitantes de un modo natural.

Construirla no es una moda pasajera, sino que es un fenómeno que crece exponencialmente y una gran inversión de futuro. 

En Drycon nos dedicamos a construir y rehabilitar casas con la certificación Passivhaus. Si estás valorando esta opción para tu vivienda, ponte en contacto con nosotros y te asesoramos sin compromiso. 

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