¿Te pierdes en cómo se aplica sobre el terreno todo lo que has leído sobre passive houses? Una visita guiada por el proyecto de nuestras casas pasivas en Sant Joan de les Abadesses (Girona) te va a aclarar las ideas.
Allí estamos construyendo dos casas pasivas pareadas. Te contamos todos sus secretos y con qué elementos cuentan para que el PassivHaus Institut nos dé la certificación.
La filosofía constructiva tras las casas pasivas de Sant Joan de les Abadesses
Si sigues nuestros post sabes que en Drycon solo construimos casas pasivas certificadas. Y lo hacemos por convicción.
Porque creemos que la sociedad ha cambiado y las exigencias climáticas también. No es sostenible construir como se viene haciendo hasta ahora: el proceso de construcción consume muchos recursos y las viviendas, una vez que están en funcionamiento, también.
Otro tema que nos preocupa es cómo se vive dentro de las casas. Necesitamos confort. Buscamos salud. Y lograr ambas cosas con la mínima energía.
Para conseguir todo esto, defendemos el estándar passive house a la hora de diseñar una vivienda, porque establece los parámetros concretos para alcanzar todos esos objetivos.
Con todo eso en mente iniciamos las obras de las casas pasivas de Sant Joan de les Abadesses. Las primeras son dos casas pareadas, es decir, unidas entre ellas por una pared común. Y estamos levantando ambas a la vez, optimizando el proceso constructivo.
La superficie de cada una es de 150 m2, que incluyen un garaje para un coche utilitario.
¿Cuánto tardamos en hacer estas dos viviendas? Seis meses. Literalmente.
Empezando las casas pasivas por los cimientos
Una de las características de las passive houses es su gran estanqueidad. La envolvente recubre toda la casa -suelo, paredes y techo- y la aísla totalmente, sin puentes térmicos por los que se cuele el frío o el calor.
Igual que cuando sellas un plástico para hacer vacío en su interior.
Para conseguir la estanqueidad de la base, la cimentación de las casas pasivas de Sant Joan comienza con una cama de 10 centímetros de grava para que la vivienda no esté en contacto directo con la tierra.
De ese modo no se filtra la humedad directamente del suelo, y le aporta transpirabilidad, ya que a través de la grava pasan el aire y el agua.
Sobre ella va una capa de 5 centímetros de hormigón de limpieza. Esto alisa el terreno para comenzar a construir sobre él.
Luego colocamos dos piezas de material aislante, y en el medio de ambas una membrana para proteger a los habitantes de la casa del gas radón. Este gas se genera de forma natural en el subsuelo, debido a la descomposición de minerales, y si no se controla puede acarrear problemas de salud.
Y ya el siguiente paso es montar la losa. Previamente se coloca la riostra perimetral, una estructura de hierro que asegura la rigidez de la casa. Y dentro se rellena con 15 cm de hormigón, introduciendo por dentro las acometidas de luz, agua y telecomunicaciones.
La riostra que rodea la casa se eleva un poco y posteriormente sobre ella irán las paredes exteriores (volveremos sobre esto más adelante).
La siguiente capa, es un recrecido de arlita, un árido cerámico muy ligero y poroso. Luego va el suelo radiante, un autonivelante -en este caso anhidrita, que reemplaza al cemento- y el parqué de vinilo, que constituye el acabado final.
Ventajas de la cimentación de las casas pasivas
Todas estas capas forman un aislamiento perfecto y el sistema de trabajo aporta varias ventajas.
La primera, que ya no tenemos que agujerear para sacar las acometidas de luz, agua y telecomunicaciones, como se hace en obra tradicional.
Cada perforación está hecha en su lugar correcto, desde los desagües a los enchufes, que van a 30 cm del suelo. Ahorramos mucho tiempo, trabajo y costes.
Y todo con materiales de la máxima calidad.
Paredes, ventanas y techo. ¿Cómo mantener el aislamiento?
En una casa pasiva la envolvente debe ser continua, para garantizar el aislamiento térmico de la vivienda.
No puede haber puentes térmicos en la envolvente, que hagan perder o ganar energía. Así que es importante aislar cada parte por separado y lograr que las juntas mantengan el aislamiento:
Las fachadas
¿Recuerdas cuando te hablábamos de la riostra que rodea la casa y que hace que todas las paredes queden un poco levantadas? Pues sobre ella se levantan las paredes de la casa. Y por fuera de ellas se pone el recubrimiento de la fachada.
En el caso de las casas pasivas de Sant Joan de les Abadesses el exterior es un panel aislante de poliestireno extruido (XPS en inglés) de la marca Thermochip -con una placa de fibra de cemento por fuera y fibroyeso por dentro-, que baja hasta la parte de debajo de la losa de 15 cm de hormigón.
Y la losa lleva también XPS alrededor para aislarla, y que se solapa con ese panel que baja, con lo que se consigue que la unión entre fachadas y cimientos quede aislada.
Las ventanas
Las casas pasivas necesitan ventanas muy grandes para conseguir la aportación solar necesaria.
Y en consecuencia, al hacer el diseño con tantos huecos de ventana, hemos tenido que calcular muy bien y hacer varios refuerzos, llamados pletinas de soportación. Son unos pequeños dados de hormigón para soportar la estructura.
Además, no enrasamos las ventanas por dentro, sino que las ponemos en la estructura y la fachada las muerde un poco. Y por dentro llevan una junta autoexpansiva, lo que consigue ventanas completamente selladas.
El techo
La cubierta tiene el doble de aislamiento que la fachada, porque el calor no pesa y siempre va hacia arriba. Para no perder temperatura interior, aislamos más el techo para intentar que no se pierda.
Ese aislamiento es una lana mineral de la marca Ultracoustic, que no tiene ningún componente derivado del petróleo. Es lo más sostenible del mercado y funciona muy bien.
Ahora ya conoces cómo vamos a aislar la envolvente de nuestras casas pasivas en Sant Joan de les Abadesses. No entrará ni saldrá calor ni frío. Así que es hora de saber de qué manera vamos a lograr que la casa alcance la temperatura idónea.
Elementos interiores de nuestras casas pasivas
Con una vivienda totalmente aislada de las oscilaciones térmicas del exterior, toca centrarse en los elementos con los que vamos a dotar a estas casas pasivas para controlar la climatización y conseguir confort interior de modo eficiente:
- Aerotermia y fotovoltaica de autoconsumo: suministramos energía a nuestras casas pasivas mediante estos dos sistemas de energía renovable. La aerotermia se entiende bien con la climatización de la casa y la fotovoltaica aporta electricidad extra a la vivienda.
- Suelo radiante: esta es nuestra solución ideal para climatizar. A través del suelo suministramos frío y calor a la vivienda. Quizá estás más acostumbrado al suelo radiante como calefacción, pero en verano es una solución refrescante muy confortable. Y más sana que el aire acondicionado.
- Ventilación mecánica: ubicamos la máquina en la planta baja, debajo de la escalera. Por el falso techo conducimos tubos de impulsión y extracción de aire a todas las habitaciones. Y con esto ventilamos toda la casa, garantizando la calidad del aire, por lo que no necesitas abrir las ventanas si no quieres.
- Sombreadores: es fundamental evitar que en verano entre el sol en casa a la hora crítica, y eso se consigue con estos elementos que van fuera de la ventana. Son rollos similares a mosquiteras, montadas sobre unas guías, que dejan pasar luz, pero no radiación solar.
- Domótica: la instalamos siempre en nuestras passive houses, porque controla automáticamente todos los elementos de la casa y la hace más eficiente. Por eso nuestras viviendas no llevan interruptores en las estancias comunes: tú le dices a la centralita qué luces encender, o la manejas directamente desde el móvil.
Cuando hayamos terminado estas construcciones, requerirán un mínimo de energía y funcionarán de modo semiautomático.
El garaje: cuidado con el aislamiento
En la mentalidad española, el garaje es parte indispensable de una vivienda. Y, sin embargo, es un problema a la hora de diseñar una casa pasiva.
Y todo porque tiene una puerta amplia que se abre y se cierra.
Para nosotros, el garaje es una zona crítica de las passive house. Hay que contemplarlo como si fuera la calle.
Por eso, la pared de casa que colinda con él lleva el mismo tratamiento que una pared que linda con el exterior.
Y la puerta que comunica vivienda y garaje es exactamente igual que una de las ventanas. El mismo vidrio, marco y resto de características. Excepto que no es batiente, solo osciloparalela (abre hacia afuera y corre hacia un lado).
La singularidad del proyecto: casas pasivas pareadas, pero no gemelas
Aquí tienes un pequeño juego de observación: mira el plano de la primera planta de las dos viviendas pareadas.
¿En qué se diferencian?
Sí, en las ventanas.
En el plano, la pared de la izquierda está orientada al norte y pertenece a una de las casas. La pared de la derecha está orientada al sur y es de la otra casa.
En construcción tradicional, la distribución sería similar y daría lugar a una casa en la que pasarías frío, mientras que en la otra tendrías muchísimo calor.
Drycon hace que las dos viviendas funcionen exactamente igual, consiguiendo que ambas tengan las mismas aportaciones solares. No colocamos ventanas en la cara norte, aunque llega mucha luz y calor de las laterales.
Ni te enteras que no hay ventanas en esa pared.
Vecinos, pero sin molestar
Otro punto a destacar es el aislamiento acústico, imprescindible para tener una vivienda silenciosa. En este caso, además del aislamiento exterior reforzamos el de la pared medianera que une ambas casas pasivas.
Tras la estructura de steel framing (perfiles de acero conformados en frío y galvanizados) colocamos dos placas de yeso laminado con una lámina de butilo entre ellas para que aísle acústicamente una casa de la otra.
Rematamos con el trasdosado o revestimiento, en cuyo interior van las instalaciones, y más lana mineral.
El resultado final es que las viviendas van separadas por una pared de 250 milímetros, de los cuales 200 son aislantes. La experiencia es similar a vivir en una casa completamente solitaria.
Nuestras casas pasivas son ecológicas
La mayoría de los materiales que componen las casas pasivas de Drycon están libres de petróleo. En el único lugar donde no hemos podido evitarlos es en los plásticos de los tubos.
Incluso el XPS que usamos es de una marca que tiene el sello verde, porque usa plástico reciclado.
No es todo lo ecológico que quisiéramos, pero este es el material que mejor funciona en el exterior, porque no le afecta la climatología.
El Passive House Institute no exige este tipo de materiales, pero en Drycon estamos comprometidos con el medio ambiente. Una passive house es sostenible ya por el hecho de que no consume, pero luego el sistema constructivo y los materiales usados varían en función de quién te haga la casa.
Y el sistema de Drycon es tan sostenible, que lo auditamos para entregarte la certificación verde DGNB System. Eso, claro, sumado al propio certificado Passive House.
Y por último, pero no menos importante: certificado de eficiencia energética A, el más alto posible.
¿Una casa para vivir o una casa para lucir?
En Drycon lo tenemos claro: una casa es para vivir en ella.
Por eso apostamos por acabados correctos y resistentes. Creemos que lo importante es cómo funciona la casa. Y lo hace muy bien.
Salvo que especifiques otra cosa en la fase de diseño, nuestras casas son sobrias, para que cada propietario aporte después los detalles que considere oportuno.
Ante la duda, lo mejor es invertir en lo que no se ve. En los materiales aislantes, en las tuberías, en el consumo de la casa… En Drycon usamos los mejores materiales que hay en el mercado para que tu casa sea confortable, duradera y sostenible.
Ahí no escatimamos nada.
Esta es nuestra filosofía, pero te animamos a que sigas el proceso de nuestras viviendas para que tú también te convenzas.
Llámanos y cuéntanos qué casa tienes en mente. O también puedes pasarte por la obra de las casas pasivas de Sant Joan de les Abadesses y respondemos tus dudas.
