El mercado de las energías renovables está en claro auge y cada vez hay más personas que se pasan al autoconsumo. ¿Cuál es el motivo de esta tendencia?
Sin duda, el ahorro en la factura de la luz es una de las principales razones para hacerlo, aunque no es la única.
Te contamos cómo funciona el autoconsumo, qué ventajas tiene y cómo lo utilizan las casas pasivas.
Ventajas del autoconsumo
Está claro que el consumo energético es necesario en cualquier vivienda, sea pasiva o no. Sin embargo, tenemos varias opciones a la hora de escoger qué tipo de energía queremos consumir, más allá de la elección de la compañía que nos la suministra.
El autoconsumo es una elección cada vez más extendida, por sus dos ventajas principales:
- El cuidado del medioambiente: el 21 % de las emisiones de CO2 a la atmósfera es consecuencia del consumo de energías no limpias por parte de las viviendas. La energía para autoconsumo se produce de manera sostenible, utilizando fuentes renovables y minimizando las emisiones a la atmósfera.
- El ahorro en la factura de la luz: reducir la compra de energía a las compañías tradicionales permite reducir también la factura de la luz, más aún teniendo en cuenta la escalada de precios de los últimos tiempos.
Por ello, cada vez más personas se están pasando al autoconsumo y, más concretamente, al autoconsumo fotovoltaico.
Qué es y cómo funciona el autoconsumo fotovoltaico
La utilización de placas solares para autoconsumo se ha disparado, debido en parte al interés creciente por la sostenibilidad pero, sobre todo, a unos precios astronómicos de la energía que no paran de subir.
¿En qué consiste este autoconsumo y cómo funciona?
El consumo fotovoltaico produce electricidad a través de placas fotovoltaicas que generan energía a partir de la radiación solar.
El sistema de autoconsumo fotovoltaico consta de cuatro elementos:
- La placa solar, que capta la luz del Sol
- El acumulador, que almacena la energía una vez transformada
- El regulador, que evita posibles sobrecargas de voltaje
- El inversor, que transforma la energía en corriente eléctrica
La energía que produce este sistema es consumida directamente por la vivienda y, en los momentos en los que la instalación no está trabajando, es la red eléctrica general la que suministra la energía necesaria para la casa.
Esto es posible porque el sistema de autoconsumo está también conectado a la red general, de manera que la vivienda puede obtener energía de ambas fuentes, según sea más conveniente.
Es el sistema más habitual, aunque también existen casas aisladas que dependen solo de sus propios generadores.
Dependiendo de la capacidad de la instalación y de la demanda energética de la casa, el sistema de autoconsumo puede llegar a generar más energía de la que consume la vivienda.
Y, al estar conectado a la red general, puede vender ese excedente energético y reducir aún más su factura de la luz.
¿Qué ahorro supone el autoconsumo en la factura de la luz?
¿Es rentable el autoconsumo para una vivienda?
La respuesta es sí. Instalando placas solares puedes ahorrarte entre un 50 y un 70 % del importe de tu factura de la luz.
Aunque para hacerlo tienes que calcular correctamente la cantidad de placas solares que necesitas para el consumo de tu vivienda. ¿Qué debes tener en cuenta para hacerlo?
- La localización geográfica y el tamaño de la instalación
- La demanda de energía de tu vivienda
- Si vas a seguir conectado a la red general, también tienes que hacer algunas averiguaciones sobre tu tarifa y tu compañía eléctrica. Necesitarás saber el precio de la energía que consumes y también de la que generas. Ten también en cuenta el mercado al que estás adscrito, ya que el mercado libre y el regulado tienen diferentes condiciones para los consumidores.
La instalación de placas solares supone una inversión, por supuesto, pero es amortizable a través del ahorro energético que supone. En España esto es aún más sencillo gracias a las ayudas que ofrece la Administración para hacerlo.
Niveles de autoconsumo en casas pasivas
Todas las casas pasivas son energéticamente eficientes, pero no todas aplican el autoconsumo como estrategia de ahorro energético.
De los tres tipos de passive houses, Classic, Plus y Premium, solo las dos últimas lo utilizan. La diferencia entre ellas está en su demanda energética y en su capacidad de generar energía limpia.
- La casa pasiva Plus produce la misma cantidad de energía que consume. Lo logra reduciendo su demanda energética a un máximo de 45 kWh/ m2a (respecto a los 60 kWh/ m2a de la casa pasiva Classic). Y, además, genera un mínimo de energía renovable de 60 kWh/ m2a.
- La casa pasiva Premium, por su parte, genera más energía de la que consume y puede vender ese excedente energético a la red general. En este caso, la demanda se reduce a 30 kWh/ m2a, y la producción de energía renovable es de 120 kWh/ m2a.
¿A punto para pasarte al autoconsumo?
Todas las casas pasivas ahorran energía suficiente como para reducir la factura eléctrica hasta en un 90 % respecto a la de una vivienda tradicional.
Si además quieres utilizar el autoconsumo para aumentar ese ahorro e, incluso, generar un excedente que puedes vender, también es posible.
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