En una passive house, el aislamiento es básico para mantener un equilibrio que permita lograr un óptimo confort con el mínimo consumo energético posible.
La pérdida de energía que provocan los puentes térmicos altera de manera notable ese equilibrio y puede ocasionar muchos problemas en una casa pasiva. Te contamos cuáles son y cómo los evita una passive house.
Qué son los puentes térmicos
Los puentes térmicos son puntos de la envolvente a través de los que el calor se transmite con más facilidad.
Aparecen cuando la resistencia a la transmisión térmica varía en un punto concreto. Esto hace que tanto el frío como el calor circulen más fácilmente a través de él y la vivienda tenga pérdidas de energía.
Qué problemas causan los puentes térmicos
Los puentes térmicos tienen graves consecuencias sobre la eficiencia energética de la vivienda y pueden suponer incluso un riesgo para la salud:
Transferencia de temperatura
Los puentes térmicos permiten que la temperatura exterior se transmita hacia el interior, y viceversa, que hasta el 10% del calor de la vivienda se escape hacia afuera.
Como consecuencia, disminuye el confort en el interior de la vivienda y aumenta el consumo energético en climatización, que en una casa pasiva no debe ser superior a 15 kWh/ m2a.
Colapso térmico
Las capacidades de los materiales marcan su conductividad térmica, pero también su comportamiento ante los cambios de temperatura.
En el caso de materiales con baja conductividad térmica y poca capacidad de absorber energía sin romperse ni deformarse, como la cerámica o el vidrio, pueden llegar a quebrarse al sufrir alteraciones en la temperatura.
Humedades y moho
El vapor de agua puede acumularse en zonas en las que la temperatura del aire es diferente de la de los materiales.
Cuando esto pasa aparece la condensación y, a la larga, también el moho y las humedades, que pueden poner en peligro la salud de los habitantes de la casa.
Tipos de puentes térmicos
Hay varias circunstancias que pueden acabar generando un puente térmico si no se tienen en cuenta las medidas de aislamiento adecuadas:
Puentes térmicos constructivos
Los puentes térmicos constructivos aparecen en puntos en los que el espesor de la envolvente o de los materiales utilizados en esa zona varían.
Las hornacinas de los radiadores son un ejemplo clásico, ya que el muro exterior se estrecha para albergarlos y reduce la resistencia térmica en ese punto.
Puentes térmicos geométricos
Al unirse, las paredes y el techo de la vivienda forman un ángulo que hace que el área de la superficie exterior y la de la interior no coincidan.
En estas zonas la temperatura se transmite más fácilmente de dentro hacia afuera de la vivienda.
Esta pérdida de temperatura es aún más palpable en las esquinas en las que se unen varias paredes con el techo, y puede detectarse fácilmente colocando la mano sobre la pared.
Puentes térmicos por cambio de material
Si la envolvente no está bien aislada y un material con alta conductividad térmica entra en contacto con ella, se creará un puente térmico por el que circulará la temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda, y viceversa.
Las ventanas serían un claro ejemplo de puente térmico de este tipo, al unirse el ladrillo de la fechada con el metal de los cerramientos.
Dónde se producen los puentes térmicos y cómo los evita una passive house
¿Cuáles son los puntos críticos a la hora de prevenir los puentes térmicos? ¿Qué medidas toman las casas pasivas para evitarlos?
En el encuentro de la fachada con forjados y pilares
Los elementos estructurales de la vivienda, como los pilares, pueden estar en contacto directo tanto con el interior como con el exterior cuando se encuentran integrados en los muros.
La diferencia entre la conductividad térmica del ladrillo de la pared y la del hormigón o el acero del pilar acaba generando puentes térmicos en estas zonas.
Lo mismo pasa en los puntos en los que el canto forjado del suelo atraviesa la fachada del edificio.
Las casas pasivas evitan este tipo de puentes con un buen aislante térmico entre los diferentes tipos de materiales de la estructura y de la envolvente del edificio.
En las carpinterías de la vivienda
Las ventanas y los cajones de las persianas son elementos en contacto directo con el exterior del edificio y que, además, suelen ser metálicos y tienen una alta conductividad térmica.
El aluminio y el hierro son dos materiales muy presentes en la estructura de los cerramientos, por ejemplo. Y no utilizar una ventana con rotura de puente térmico hará que la temperatura se transmita fácilmente a través de ella.
Las ventanas de las casas pasivas, además de evitar los puentes térmicos, incorporan cámaras de aire entre los cristales y garantizan una alta hermeticidad al aire al evitar que este circule a través de las juntas de los cerramientos.
Una capa de aislante, como la espuma proyectada, es una buena opción para cubrir la unión entre las ventanas y la fachada y evitar tanto los puentes térmicos como las infiltraciones de aire.
Además, las casas pasivas no tienen persianas, sino unos sombreadores exteriores que evitan el sobrecalentamiento por luz solar.
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Todas las casas pasivas están diseñadas para evitar los puentes térmicos y lograr la máxima eficiencia energética y un confort térmico óptimo para sus habitantes.
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