Calidad del aire en casas pasivas

Así garantiza la calidad del aire una casa pasiva

¿Cuántas horas al día pasas en tu casa? 

A todos nos preocupa la contaminación del aire que respiramos en el exterior. Sin embargo, a veces no tenemos en cuenta que también el aire de nuestra propia casa influye en nuestros problemas de salud.

Esto con una casa pasiva no es una preocupación, ya que uno de sus principales objetivos es garantizar en todo momento un aire de la máxima calidad.

Te contamos los problemas que ocasiona la mala calidad del aire en una vivienda y cómo lo hacen las passive houses para evitarlos.

 

¿Cuáles son los responsables de una mala calidad del aire?

Una ventilación insuficiente puede acabar provocando humedades pero, al mismo tiempo, abrir tu casa al aire exterior puede permitir la entrada de elementos contaminantes como polen, bacterias, virus o, simplemente, la contaminación ambiental de la calle, sobre todo si vives en una ciudad.

Es difícil lograr un equilibrio que te permita gozar de una buena calidad del aire dentro de tu casa. Estos son los principales peligros que te pueden impedir lograrlo.

 

Contaminantes biológicos

Los contaminantes biológicos están formados, principalmente, por virus, bacterias y moho causados, casi siempre, por la humedad relativa del ambiente.

Una humedad relativa de entre el 45% y el 55% sería la ideal para mantener una óptima calidad del aire en tu vivienda. 

A menudo se piensa que el problema se encuentra en el exceso de humedad, aunque lo cierto es que, tanto superar el rango recomendado como mantenerse por debajo de él, tiene un efecto negativo en la aparición de bacterias.

 

Contaminantes químicos

En el ambiente de tu casa hay presentes muchos elementos que, al no ser perceptibles por los sentidos, pasan desapercibidos. 

Esto puede generar una falsa sensación de seguridad por nuestra parte, y es interesante conocer las consecuencias de determinados elementos para que puedas identificarlos más fácilmente. 

  • Dióxido de carbono: difícilmente vas a poder evitar el contacto con él, ya que lo generamos nosotros mismos al respirar. Lo que sí puedes hacer es controlar su concentración.

    Esta concentración se mide en partes por millón (ppm), y en el interior de los edificios suele ser de un mínimo de 600 ppm. A partir de las 800-1000 ppm empiezan a aparecer las primeras molestias, como cansancio o dolores de cabeza, y al superar las 2000 ppm comienza a desarrollarse una cierta sensibilidad a las infecciones.
  • Monóxido de carbono: es el resultado de la quema de combustibles.
    Puede que pienses que tu casa está libre del peligro de este gas, pero lo cierto es que una mala combustión en sistemas de calefacción, hornos o calderas, puede generarlo. En ese caso comenzarás a sentir ligeros mareos, náuseas o sensación de falta de aire debido a la mala oxigenación de la sangre.
  • Formaldehídos: son compuestos orgánicos volátiles (COV) con base de carbono que adoptan su estado gaseoso a temperatura ambiente.

    Los formaldehídos están presentes en muchos de los productos que forman parte de la construcción y la decoración de tu casa, como madera, alfombras, barnices, pinturas e incluso productos de limpieza. Dependiendo de tu exposición a ellos, pueden producir irritaciones respiratorias u oculares.
  • Radón: se trata de un gas radiactivo que se forma en el interior de la corteza terrestre. Puede filtrarse a las viviendas a través de tuberías y grietas o, directamente, al formar parte de algunos materiales de construcción. Su toxicidad puede acabar causando problemas pulmonares.

 

Cómo garantiza la calidad del aire una casa pasiva

Una passive house es hermética y no debe ventilarse como el resto de casas. Entonces, ¿cómo garantiza una buena calidad del aire?

A través de un sistema de ventilación mecánica (VMC) que le permite filtrar el aire que entra a la vivienda y ventilar de manera segura y eficiente su interior.

Este sistema incorpora, además, un método de recuperación de calor que permite aprovechar la temperatura del aire viciado que sale de la vivienda para calentar el aire que entra desde el exterior.

De esta manera, se garantiza un ambiente sano, con la temperatura y la humedad adecuadas y libre de contaminantes que pongan en peligro tu salud.

Si te preocupa la calidad del aire en el interior de tu propia casa, una vivienda pasiva es la mejor opción para lograrla. 

En Drycon solo diseñamos casas pasivas certificadas, que garantizan la óptima calidad del aire, además del máximo confort y un consumo energético hasta un 90% inferior al de las viviendas convencionales.

 

¿Necesitas asesoramiento para la construcción de tu vivienda pasiva? Contacta con nosotros, cuéntanos tu caso y te daremos toda la ayuda que necesitas para dar el paso al mundo passive house.

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