Aunque la construcción industrializada solo alcanza el 1% en España, (son datos de 2021) se espera un crecimiento exponencial en la próxima década.
No hay más que mirar a otros países y la incidencia que tiene, para conocer sus posibilidades.
En Suecia se construye casi al 100% con este sistema, en Países Bajos representa el 50% de la construcción, en Finlandia, Noruega o Suecia más del 45%. Más lejos queda el 9% de Alemania y el 7% de Reino Unido.
Fuera de Europa, en Singapur es obligatorio que el 65% de los nuevos edificios se construyan bajo estos parámetros.
Para asentar este sistema constructivo se necesita una actualización en los profesionales del sector -desde los obreros a ingenieros y arquitectos-, ya que los programas académicos todavía se centran en el sistema clásico donde la mayoría de procesos se realizan en la obra.
¿Qué es la construcción industrializada?
La construcción industrializada u off-site es un sistema constructivo en el que una vivienda se construye fuera de su ubicación final.
Concretamente en una fábrica o planta industrial, en la que se anticipan la mayor parte de las tareas constructivas, para luego montar y ensamblar las estructuras en la obra.
Aunque el sistema de trabajo sea diferente, se respeta la misma normativa que en construcción tradicional.
Es habitual confundir la construcción industrializada con la prefabricación, que consiste en producir determinados elementos en una fábrica, a determinada distancia de la obra.
La construcción industrializada va más allá, porque desde el proyecto se plantea trasladar a fábrica la máxima producción de elementos y minimizar el trabajo a pie de obra.
Pros y contras de la construcción industrializada
Emplear construcción industrializada conlleva innegables ventajas, pero también inconvenientes derivados de la baja implantación que tiene en España.
En comparación con la edificación tradicional o artesanal, estos son sus rasgos más interesantes:
Menor tasa de error en la construcción
Mientras que en obra tradicional los errores se miden en centímetros, la precisión de fábrica solo tolera márgenes de milímetros.
Más calidad
En la construcción industrializada hay menos errores humanos, ya que los procesos están más automatizados.
Además los controles de calidad se hacen en ambientes controlados y son más exhaustivos.
Obras más seguras
El sector de la construcción, desgraciadamente, tiene una alta incidencia de accidentes laborales. Con la construcción industrializada la prevención de riesgos se plantea en un ambiente cerrado y controlado, con lo que la siniestralidad es menor.
Personalización
Aunque el sistema de fabricación está estandarizado, el cliente puede escoger acabados, formas y materiales. Eso abre la puerta a emplear materiales más naturales y sostenibles, más allá del tradicional ladrillo.
Entrega más rápida de la vivienda
Los diferentes trabajos de producción avanzan en paralelo -en fábrica y a pie de obra-, lo que consigue reducir los plazos de entrega a la mitad, ya que además no se ven afectados por la meteorología.
Es ventajoso para el cliente y para la constructora, que puede edificar al doble de velocidad.
Precio cerrado
A primera vista parecen viviendas más caras porque ofrecen un precio cerrado desde el inicio; a cambio, las edificaciones tradicionales suelen dar en origen un precio menor, al que se le añaden imprevistos y sobrecostes. Con la construcción industrializada no hay sorpresa.
Cuidado del medio ambiente
Los restos de construcción y demolición suponen el mayor flujo de residuos de la UE -la tercera parte del total-. Al construir en fábrica se genera hasta un 60% menos de residuos, y se consume mucha menos energía.
Esto lo convierte en sistema constructivo acorde a la Agenda 2030, la economía circular y los objetivos establecidos por la ONU.
Menos molestias
La construcción industrializada necesita menos espacio en el terreno final. Molesta menos a los vecinos y al tráfico que circula cerca, y reduce el polvo y ruido.
Aunque los beneficios superan a los inconvenientes, la construcción industrializada también tiene otra cara de la moneda:
- España dispone de pocas plantas industriales especializadas para dar respuesta a un gran incremento de este tipo de construcción.
- El rechazo cultural que, por desconocimiento, todavía genera la construcción industrializada.
- En este sistema es complicado construir espacios diáfanos grandes sin ayuda de columnas.
Construcción industrializada en las passive houses
Las características que aporta la construcción industrializada están alineadas con el concepto de casas ecológicas y especialmente con las passive houses.
Una buena opción para conseguir una casa pasiva certificada es confiar en las garantías de calidad que ofrece la construcción industrializada. Con la ventaja añadida que supone en cuanto a sostenibilidad.
Y nos permite utilizar materiales de alta calidad (en nuestro caso, steel framing), para lograr gran aislamiento térmico, y cerramientos herméticos al aire.
En Drycon somos especialistas en casas pasivas certificadas por el Passivhaus Institut, por lo que recurrimos a la construcción industrializada.
