Casa Pasiva positiva

Más allá de las passive houses: la casa pasiva positiva

¿Una casa que produce más energía de la que consume? ¡Ya existe! Son las casas pasivas positivas y están un paso por delante de las passive houses clásicas.

De hecho, es la máxima expresión del  estándar Passivhaus  y cumple con todos los requisitos de una casa ecológica. 

Salud, confort y ahorro bajo un mismo techo. ¡Bienvenido a la vivienda del futuro!

 

Qué es una casa pasiva positiva

La casa pasiva positiva es aquella que genera más energía de la que consume. Eso incluye todo el mantenimiento de la vivienda y la electricidad que necesitan sus habitantes: climatización, iluminación, uso de electrodomésticos…

Para lograrlo, se recurre a fuentes de energía renovables, que se instalan durante la construcción.

Si la casa pasiva tiene un consumo mínimo que logra gracias a un diseño bioclimático y un excelente aislamiento, la casa pasiva positiva va más allá y no necesita aportación de energía externa.

También cuenta con su propia certificación Passivhaus, que se otorga a aquellas construcciones que cumplen con unos requerimientos de energía muy bajos, según estima el Passivhaus Institut.

Frente al certificado clásico, en 2015 se crearon 2 nuevas clasificaciones que contemplan la instalación de energías renovables para cubrir el consumo eléctrico:

1- Passive House Plus: 

Demanda PER ≤ 45 kWh/(m²a) ± 15 kWh/(m²a) desviación

Generación de energía renovable ≥ 60 kWh/(m²a)

2- Passive House Premium:

Demanda PER ≤ 30 kWh/(m²a) ± 15 kWh (m²a) desviación

Generación de energía renovable ≥ 120 kWh/(m²a)

Para que lo entiendas mejor: PER (Primary Energy Renewable) es el nuevo sistema de evaluación. Se obtiene al dividir la energía que la construcción consume, proveniente de fuentes renovables, entre la demanda final de energía del edificio.

El certificado Passivehaus Premium es el que se otorga a las casas pasivas positivas.

 

La casa pasiva positiva en el contexto actual

Mires donde mires, el precio de la energía no para de crecer. Ya sea electricidad, gas o carburantes, nada se libra de este incremento y no se avista en el horizonte una reducción de precios.

Si además añadimos el problema que supone ya el cambio climático, es necesario limitar al máximo las emisiones de CO2.

Se impone otra forma de construir. Necesitamos edificios que demanden poca energía para resultar confortables y que se autoabastezcan ellos mismos.

El abaratamiento de los sistemas de energía para autoconsumo, la evolución de los materiales (cada vez más aislantes) y el conocimiento que aporta la bioarquitectura, ha hecho posible la construcción de viviendas que, además de ser autosuficientes, generan energía extra.

¿Qué hacer con esa energía que no usas? Te damos 3 opciones:

1- Almacenarla en baterías: esto solo es posible si instalas un sistema fotovoltaico conectado a baterías. En ellas se almacena la energía que no necesitas, así puedes usarla cuando no hay luz solar y no estás produciendo electricidad.

2- Venderla a tu compañía eléctrica: puedes volcar a la red los excedentes de tu energía. Las compañías compran la electricidad sobrante. Eso sí, en nuestro país lo hacen a un precio mucho más bajo del que te cobran a ti el Kw y no resulta muy rentable. 

3- Utilizarla para actividades exteriores: como, por ejemplo, cargar un coche eléctrico, una opción de transporte cuya demanda crecerá en el futuro.

Y, por supuesto, la carga de bicicletas eléctricas y todas aquellas herramientas y maquinaria que funcionan con baterías: taladro, destornillador, radial, motosierra, cortacésped, recortabordes… 

Otro destino para esa electricidad “sobrante” es mantener una piscina o un gimnasio en un anexo a tu casa.

 

¿Por qué vivir en una casa pasiva positiva?

La ventaja más evidente es que no pagas consumo eléctrico ni dependes de los precios que marca la compañia proveedora. Incluso, en casos extremos, puedes desconectarte de la red general y ser totalmente autónomo.

Y ese ahorro en la factura de la luz te permite amortizar poco a poco la inversión que has hecho en la instalación.

Pero si elevas la vista y piensas en el planeta, tu casa pasiva positiva es una vivienda ecológica que contribuye a cuidar el medio ambiente, ya que tienes la seguridad de que la energía que consumes es limpia.

Con el añadido de que vives en una casa de alta gama con un confort superior.

 

Cómo generar energía en una casa pasiva positiva

Hay diversos sistemas para producir energía renovable a nivel doméstico. Algunos de ellos generan directamente electricidad; otros, generan energía que luego se transforma en calor.

¿Cuál es el que más le conviene a tu proyecto?

No podemos responder a eso en este post. Lo recomendable es que un profesional te aconseje sobre cuál es el sistema más efectivo y más rápido de amortizar en tu caso concreto. 

 En ocasiones, combinarlos es una buena solución.

 

Sistema solar fotovoltaico

Debido a las horas de luz que disfrutamos en nuestro país y a que su precio ha bajado mucho, es la mejor opción. Y, además, la única que te permite el autoconsumo, instalando baterías.

 

Minieólica

Produce electricidad gracias a aerogeneradores con una potencia inferior a 100 kW. Solo se recomiendan para zonas donde sopla el viento a menudo. 

 

Geotermia

Hay que perforar el suelo e introducir tubos a una profundidad variable y, mediante una bomba de calor, se introduce temperatura en casa a través de suelo radiante.

 

Aerotermia

También emplea una bomba de calor, pero en este caso la temperatura se extrae del aire exterior, incluso en invierno. Calienta el agua y la calefacción.

 

Si buscas arquitecto para tu casa del futuro, contacta con nosotros. En Drycon System diseñamos casas pasivas certificadas Premium, el equivalente a una casa pasiva positiva.

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